jueves, 3 de junio de 2004

La despedida.

No era mi intención hacer la carta con un bolígrafo de tinta azúl, pero resulta que el de tinta negra se quedó en tu casa cuando pasó los teléfonos a tu nueva agenda, el resto es intencional:
1. La hoja de cuaderno cuadriculado, porque siempre me extiendo cuando escribo.
2. Escrita a mano poruqe el computador le resta compromiso, motivación y privacidad y porque las cartas escritas a mano son y serán siempre sumamente encantadoras.

Especifiqué la fecha en que la escribí y encima de ella la fecha de tu viaje, aunque supongo que la leerás antes o quien sabe, tal vez no tengas tiempo de leerla sino hasta cuando estés allá. Me gustaría mucho que te la llevaras y aunque no es lógico que leas cosas en español, la tengas como yo tengo mi "Rayuela" en la mesa de noche al lado de mi cama y más exactamente de mi cabeza cuando me acuesto, que aunque no la lea todo el tiempo es como si constantemente la maga y Oliveira me hablaran mientras me duermo y también cuando ya estoy dormida para contarme de Rocamadour y de París; mi carta puede contarte de Colombia, del bar, mi jefe y los cocteles, de los brownies que me he comido porque no estás y la plata que he gastado invitando a Juan a comer burritos. Tal vez te cuente que mi perro con glaucoma en el ojo se murió o que se lo llevó sanidad, siempre te contará que los días que estuvimos juntos fueron fabulosos y que espero que en seis meses tenga las mismas ganas de verte que tengo en este momento, puede ser por la música o pitu petu que me está haciendo muecas desde la repisa y que está esperando impaciente a que lo saque de la cajita, o todo el chocolate que comí hoy, o haberte visto con ese vestido verde que te queda tan bien (aunque con el rojo también te ves lindísima)...

El caso es que tengo muchas ganas de verte y que me vieras escribiéndote esto, que estuvieras aqui, a mi lado, pidiéndome besitos cada tres minutos y haciéndome perder el hilo conductor de las ideas con tus caricias.

Y no me importa si la carta te parece cursi, no lo puedo evitar, porque asi como puede que en seis meses me la muestres y te burles de mí hasta cansarte, puede que no vuelva a saber nada de ella, y de cualquier forma no me arrepentiría de haberla escrito y de hacerte saber que me gustas mucho y que estar contigo es tan agradable que no hace falta nada más.

Bueno, era sólo para contarte estas y otras cosas que van entre líneas y para que tengas algo que leer en español.