martes, 16 de noviembre de 2004

Murciélago.

Quiero vomitarte mis pesares y que se encojan mis brazos antes de pegarme a ti para tenerte muy cerca y chuparte el miedo desde el cuello o los labios, y que mientras se te apagan los colores me sostengas desde la cintura, y me abraces, y me apretes, y me beses la cabeza como para tranquilizarme las ideas. Quiero que me arranques el corazón y te lo quedes, lo pongas en tu cuarto para que te alumbre por las noches... esa noche y cada noche tócame las manos muy suave, hazme olvidar tu nariz y deja que sea yo quien aprete tus dedos y caliente tu nuca.