viernes, 10 de diciembre de 2004

Blanco y resbaloso.

Te pones como de mármol y no quieres que yo me resbale cada vez que intento apretarte las costillas. Otro que tiene piel blandita y ni hablar de las manos hermosas que se encrespan.

sábado, 4 de diciembre de 2004

Te equivocas.

Y todo porque no puedo negar que me enferma que no hayan mariposas porque se me hacen más huequitos. Y me faltan ojos para ver tus manos tocando otras manos y sosteniendo sus debilidades y grandezas aunque pesen más que las tuyas y quieran romper los dedos de otras manos. Te dolerá porque sabes que esas cosas se acaban y que otros ojos se llevarán su mirada; de nuevo no es lo que quieres y crees haberlo encontrado.
Y no es que desee que te arrepientas (aunque en el fondo quizás sí...) pero me gustaría que notaras cuando no puedo encontrar mi mano derecha con la izquierda ni cerrar los ojos para que no se resequen (...). Que vieras que quiero encontrarte en mejores condiciones y aún así mejorar tu vida y entregarte toda una noche con amanecer de pelos, manos, olores y pieles blanditas.