jueves, 10 de noviembre de 2005

Cabeza chata.

No quisiera que me tapen los miedos y que se me quite el frio con la satisfacción de envolverme en dudas y hacértelo saber, aunque resbalen en tu impermeable de talento en las mentiras y en tu autoestima por encima de tu cabeza chata llena de pelos desordenados y de ideas dirigidas por hormonas que aplastan tu verdadero carisma y dejan ver tus inseguridades sin explicación ni fundamento.