martes, 17 de abril de 2007

Mosquitos.

Ahora que me está aplastando esta decisión y que no hace más que reirse de mí y de toda la inseguridad que se supone que se iría pero que se acomoda y se arruncha en mi cama para codearme las costillas y no dejarme dormir y no dejarte ir, después de todo lo que te pedí que te fueras... Te quiero aqui, te guardo aqui, porque te sigo necesitando aqui, como siempre, aunque quiera pretender que no, porque necesito tus palabras odiosas, tus ojos morbosos y tus manos coquetas que se dejan llevar y todo esto que me digo para convencerme de que no eres tú lo que necesito sino al mosquito que zumba (...) !tú tienes tantos! Nunca haz dejado de tenerlos y bueno, eso es admirable, encontraste un equilibrio entre lo que quieres y lo que necesitas, y ahora lo que necesitas es lo que yo no tengo, pero lo que yo necesito no eres tú, definitivamente, y me molesta que se me olvide todo el tiempo.

lunes, 9 de abril de 2007

Inservibles.

De repente me siento, otra vez, totalmente preparada para entender lo que sea que pase por tu cabeza, y ya no me asombra tu estupidez, ni tus mentiras, ni tu estupidez en las mentiras...
Ya empecé desde otro lado, y esta vez tengo todo a mi favor y me siento segura, confiada y llena de ganas de dejarte a un lado. Era tan necesario estrellarme con tu boca ridícula e insipiente para abrir los ojos y darme cuenta de que aunque tu cabeza es grande, el nexo entre ella y tu corazón se perdió desde que eras un niño y ya eres absolutamente inservible como hombre, y tal vez yo como mujer entre tanta prevención que aprendí a reconocer y que ahora me salta encima cada vez que intento algo diferente.