viernes, 9 de agosto de 2013

Despacio.

Te vas yendo así, despacito, como caminan los viejitos que ya no quieren ir a ningún otro lugar, como las olas del mar, despacito, como un fuego que se va apagando. Y yo te intuyo frío, sereno, con los ojos cerrados tanteando el camino y dejando huellas en la arena.
Mejor sin mí, se camina hacia adelante y no hacia adentro, menos libélula y más escarabajo.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Amanecer.

Dejarte porque no pude admirarte, aunque me tragué el orgullo de ganas de que me beses el cuello y morderte los hombros. Dejarme porque se me inundan los ojos de pensar en estar otra vez en esa cama, en volver a caer y luego desde el fondo querer asomar la cabeza y que otro tú diferente al que me espera al fondo me saque del pelo y me devuelva a una vida de colores cálidos y soles de diez de la mañana. 

lunes, 5 de agosto de 2013

En el aire.

Hoy es un día malo. Tu nariz puntuda se me asoma detrás de todas las cosas en el cubículo, hay algo tuyo también en el aire, un olor que no logro identificar, que es como todo ese tú que murió y que debió evaporarse, salió de tu cuerpo para mezclarse con el aire y dejarte ser lo que tú quieres, lo que siempre escoges ser y que yo no logro amar.

sábado, 3 de agosto de 2013