No era mi intención hacer la carta con un bolígrafo de tinta azúl, pero resulta que el de tinta negra se quedó en tu casa cuando pasó los teléfonos a tu nueva agenda, el resto es intencional:
1. La hoja de cuaderno cuadriculado, porque siempre me extiendo cuando escribo.
2. Escrita a mano poruqe el computador le resta compromiso, motivación y privacidad y porque las cartas escritas a mano son y serán siempre sumamente encantadoras.
Especifiqué la fecha en que la escribí y encima de ella la fecha de tu viaje, aunque supongo que la leerás antes o quien sabe, tal vez no tengas tiempo de leerla sino hasta cuando estés allá. Me gustaría mucho que te la llevaras y aunque no es lógico que leas cosas en español, la tengas como yo tengo mi "Rayuela" en la mesa de noche al lado de mi cama y más exactamente de mi cabeza cuando me acuesto, que aunque no la lea todo el tiempo es como si constantemente la maga y Oliveira me hablaran mientras me duermo y también cuando ya estoy dormida para contarme de Rocamadour y de París; mi carta puede contarte de Colombia, del bar, mi jefe y los cocteles, de los brownies que me he comido porque no estás y la plata que he gastado invitando a Juan a comer burritos. Tal vez te cuente que mi perro con glaucoma en el ojo se murió o que se lo llevó sanidad, siempre te contará que los días que estuvimos juntos fueron fabulosos y que espero que en seis meses tenga las mismas ganas de verte que tengo en este momento, puede ser por la música o pitu petu que me está haciendo muecas desde la repisa y que está esperando impaciente a que lo saque de la cajita, o todo el chocolate que comí hoy, o haberte visto con ese vestido verde que te queda tan bien (aunque con el rojo también te ves lindísima)...
El caso es que tengo muchas ganas de verte y que me vieras escribiéndote esto, que estuvieras aqui, a mi lado, pidiéndome besitos cada tres minutos y haciéndome perder el hilo conductor de las ideas con tus caricias.
Y no me importa si la carta te parece cursi, no lo puedo evitar, porque asi como puede que en seis meses me la muestres y te burles de mí hasta cansarte, puede que no vuelva a saber nada de ella, y de cualquier forma no me arrepentiría de haberla escrito y de hacerte saber que me gustas mucho y que estar contigo es tan agradable que no hace falta nada más.
Bueno, era sólo para contarte estas y otras cosas que van entre líneas y para que tengas algo que leer en español.
jueves, 3 de junio de 2004
La despedida.
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