Otra vez me quedo yo con estas ganas de morirme, de que se me apague la vida como se te apagó el amor, todo alrededor se empieza a poner blandito y asqueroso como la cucaracha del cajón y toda la fuerza que había tenido se desvanece y me parece ver tus ojos mirándome con odio, nerviosos y odiosos, vacíos del amor que un día me tuviste y que tantas ganas tengo de encontrar. Ahora es tan obvio que se hizo aire, que te nació un rencor como de pasto seco y se te instaló en los oídos, no quiero ni saber porqué, pero pasó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario