¿Qué pudo haber pasado? Habré sido yo tan insoportable que no pudiste taparlo o realmente fue algo ajeno (son indescriptibles las ganas que tengo de que te me acuestes encima y me pongas tus ojos cerca a los míos y me devuelvas esa boca que sí me gusta y que es tan diferente a las otras bocas porque me convencí a mí misma de que, como todo lo demás, está hecha para besarme a mí y para permanecer conmigo, calentándome la vida y las ideas que se congelan a pesar del inminente verano).
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