Anhela una verdadera soledad, en otro planeta, quizás, donde nadie la vea, donde no tenga que interactuar con nadie; sólo ella, en ese planeta. Probablemente suyo. Únicamente ella y esa almohada, que nunca le devuelve el abrazo, y los libros que no le hablan, que no la pueden ver y no la lastiman, tan lejos de todos y tan protegida de sí misma. ((Hoy siento que me asomé a la botella y me caí adentro, y estoy en el fondo ahogándome, y desde afuera todos me miran y se ríen, y hay una tos y no se puede respirar)).
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