Pienso contigo en una borrachera de amor, me voy untando de una miel muy espesa y pegajosa que no me deja moverme y que me encanta. Que tocarte es untarme más, comerme la miel, lamerla, dejar que se me meta por los ojos y los oídos y perder el conocimiento ahí, en la miel.
Y me bailan huecos en el estómago de imaginarme que duermes a mi lado, que te toco despacito la piel y abrazo tu tibia delgadez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario