Poderte demostrar que te estoy sudando y ya no me hace efecto tu terramicina. Te expulso de mí como a un virus, mientras te instalas en otro cuerpo para absorberle todos los colores, en mí ya no ejerces ese efecto; y creías haberte llevado todos mis amaneceres, mis burbujas y mis mariposas, pero no, te equivocas, porque aún las tengo y siguen siendo un imán para otros...
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