martes, 23 de marzo de 2010

Desde una ventana.

Es inevitable pensar en que a pesar de saber que me pasa lo mismo contigo, y que tampoco me llenas, es muy triste pensarte lejos de mí y mucho más difícil todavía pensarte cerca de alguien.

lunes, 22 de marzo de 2010

Esa pobre panza...

Ahora otra vez iba desviándome, con seguridad, iba avanzando hacia el fatídico punto en el que dejo de ser como me gusta ser para convertirme en alguien que ni sé con certeza si prefieres. Y es aparentemente mejor que estemos alejados, pero aún así tengo como una saliba que no me logro tragar y un revuelto en la panza que se acompaña de un calor intenso que se me sube a la cabeza de pensarte con alguien más... Pero por más que a la panza le cueste aceptarlo, va a suceder, y peores cosas he tenido que ver, y peores sentimientos ha tenido esa misma panza, que de todos modos es ahora mucho más fuerte, eso no se puede negar, y es tolerable lo que pasa con la panza, es tolerable porque es disimulable; lo que en realidad me molesta es que me encojo, me oscuresco y casi parece que soy una mosca en un jardín de hermosas mariposas de colores.

jueves, 11 de marzo de 2010

La enredadera.

Ese día volvimos caminando con la alegría que traía la ilusión de ver una posibilidad laboral en medio de tanta desilusión. Y vi en una pared una enredadera tan aferrada a ella que me hizo apretarte la mano involuntariamente y me miraste y me sentí con la confianza suficiente para confesarte que tenía un proyecto sobre un árbol y los cambios de las estaciones, y como por ser fotos necesitaría tu ayuda para que quedara como yo quería. Y no sentí miedo a que pensaras que era una estupidez, estaba todavía en el terreno en el que mis ideas eran realmente mías y no necesitaban procesos de selección antes de ir de cabeza a estrellarse con las tuyas.