jueves, 15 de diciembre de 2005

Rencor.

Por estos días no sólo la estupidez es abundante, sino también contagiosa, aguda y odiosa. ¿Cómo puede uno dejar de pensar en su bienestar psicológico para darle todo el control a los impulsos, a la costumbre y a las hormonas, al miedo, a la necesidad... Y es más fácil de lo que uno cree, y va pasando sin que nadie lo vaya notando, sólo uno, aunque trate de creer lo contrario.
Supongo que es así como empieza, como se apagan los sueños propios y se empieza a vivir a través de los ajenos... Te quiero conmigo, pero sin mí, sin todo lo inepta que me puedo llegar a sentir, sin todo el desprecio que me otorgo con tus triunfos.

jueves, 10 de noviembre de 2005

Cabeza chata.

No quisiera que me tapen los miedos y que se me quite el frio con la satisfacción de envolverme en dudas y hacértelo saber, aunque resbalen en tu impermeable de talento en las mentiras y en tu autoestima por encima de tu cabeza chata llena de pelos desordenados y de ideas dirigidas por hormonas que aplastan tu verdadero carisma y dejan ver tus inseguridades sin explicación ni fundamento.

domingo, 21 de agosto de 2005

Tres.

Como un dolor en la panza y tu sonrisa de idiota, él esperando en una esquina y ella asomada en la ventana. Y ahora me muerdes los codos, pero sólo porque él ya se fue y tú vuelves y él tarda más en volver, igual que los recuerdos y la dignidad.

sábado, 6 de agosto de 2005

Temperatura corporal.

No quiero que me duela pero se me está hinchando. Me quebraste los huesos, me arrancaste la piel y la cubriste con ella, pero no hacía tanto frio, no como el que ahora tengo yo. Y la besabas con ternura, y me mirabas, ¡y todos me miraban!, y entendían mi tristeza aunque la creían advertida, yo no... Pensé que podía no ser asi, y además no era la única (se me siguen rompiendo huesos más pequeños aunque ya no estés aqui).
¿En dónde te guardas tanta maldad y cómo haces para que no se vea a través del azúl de tus ojos que ya no quiero ver? Me duele haberte hecho el amor con tanta ternura, haberte mostrado tanto de mí y pretender que lo valoraras como tal vez otro lo haría, pero no, tú no, tú prefieres mantener tu temperatura sin importar a quien le quitas energía.

miércoles, 27 de julio de 2005

El mosquito que zumba.

Hace más frio sin ti, pero no por ti, sino porque se enfría el corazón. ¿Será que se enfriaron también las manos? Va a estar bien hasta que llegue a la cabeza, entonces habrá que ponerle remedio.
Como un mosquito que zumba, molesta y no deja dormir pero en realidad nunca pica. Y te enfureces como si fuera mi culpa, sólo para fingir que en realidad importa, cuando no eres del todo conciente de que en realidad no es así, que hace algunos días dejó de importar, y que no matar al mosquito es simplemente desvelarse por cobardía, por temos a algo que no va a herirte, ni a mí (...) bueno, tal vez un poco por el retorno a los amaneceres fantastmas de licor sin ideas y de ganas de él, o de ti, o de un nuevo mosquito.

domingo, 24 de julio de 2005

Ojos.

Dicen que tienes un ojo morado y el otro azúl, pero, ¿Quién soy yo para juzgar el color de los ojos si llevo tanto tiempo sin dejar ver los míos?

martes, 21 de junio de 2005

¿Mago?

Y si se te descubre haciéndome magia, que se te castigue como debe ser, porque he notado como se te salen los conejos de los bolsillos y a veces estando contigo se oye música de circo. Podrías ser mi nuevo mago y herirme como él lo hacía, provocarme tan deliciosos dolores con tus operaciones y demostrarme que no se trata de estupefacientes sino de "alucinaciones satisfactorias" -de nuevo- y cosas de sentidos despiertos, de tacto, de que me toques, tocarte, olerte, que me huelas, !y sí que hace falta!.
Volver a las mariposas, burbujas y demás, volver a escribir -volveraescribir-, a llorar con lágrimas reales y no como las de la página anterior, y un día cansarme de tanto dolor y reclamarte mi felicidad, tranquilidad y conciencia, la razón, que se va con tanta frecuencia para luego protestarlo cuando no se trata de colores y de puentes a otros cuerpos y mentes (hay un punto que persigue mis dedos (...)) como tantas veces me he dejado llevar a pisos indestructibles y paredes de caricias y manos sudorosas con olor a mango viche.

jueves, 16 de junio de 2005

Virus.

Poderte demostrar que te estoy sudando y ya no me hace efecto tu terramicina. Te expulso de mí como a un virus, mientras te instalas en otro cuerpo para absorberle todos los colores, en mí ya no ejerces ese efecto; y creías haberte llevado todos mis amaneceres, mis burbujas y mis mariposas, pero no, te equivocas, porque aún las tengo y siguen siendo un imán para otros...

lunes, 13 de junio de 2005

Desde el otro cuarto.

Por supuesto no sabes como me siento, porque no has sentido ese tipo de contrariedad. Es tan difícil quererte... Te acercas, me tocas, me empujas y me halas de los brazos cuando bailas y después te sientas a un lado a reirte de la forma como se me ilumina la cara.
Ahora quieres demostrarme que me queda más por sufrir, y que lo que ha pasado no es siquiera el comienzo; y revuelcas tus alas de pollo en el barro y te tiras de cabeza en cualquier trinchera, ahora por más de una noche... ahora no se trata de ganar la guerra, sino de conquistar todos los puertos... Y se burlan de mí, se ríen, me imaginan como me estoy viendo ahora, y se ríen otra vez, esta vez más fuerte, saben que me debilito y que a la vez reúno fuerzas para la próxima, para cuando los vea, tal vez.
Ustedes no saben que las lágrimas no me quieren salir, a pesar de la música, y que si intento llorar me siento aún más dependiente de lo que pasa contigo. Gloomy Monday.

martes, 7 de junio de 2005

Imaginarios.

Hoy, como en cualquier otro día, me estoy ahogando en mi propio cuerpo; mientras me derrito desde los pies puedo ver como tus ojos sonríen maliciosamente, tal vez cuando llegue a la cabeza y pierda el sentido se calme un poco el dolor, y deje de perdonarte y vuelva a pensar de forma racional y como solía hacerlo antes de que me quitaras el brillo. Y lo peor es que sigo queriendo lo mejor para ti, y pienso que soy lo mejor, pero, tal vez, aunque soy lo mejor para mí por ser todo lo que quiero ser, no soy ni siquiera buena para ti... alguien dijo que cuando algo es demasiado fácil de conseguir pierde el sentido, y todos sabemos que conmigo tú no tienes que esforzarte mucho, he puesto todos mis imaginarios a tu disposición y no hago más que promocionarlos para ti.
Pero no es lo que quieres, tal vez soy como esos dulces que la gente regala, que se ven tan bonitos que los pones en tu cuarto para decorarlo y planeas comértelos algún día, pero cuando te das cuenta están llenos de polvo y ya no los quieres.

domingo, 20 de marzo de 2005

Él.

Te confieso, para empezar, que aún no logro nada con desear que sus brazos sean más largos o sus piernas más veloces. Me sigue pareciendo simple, aunque él intente pintarse siempre de muchos colores; sus besos son simples, sus manos son simples, sus ojos, aunque llenos de ternura, son simples, y fatalmente verdes...Tú sabes que los prefiero negros, malvados e indestructibles como los tuyos, que nunca pude volver a ver de cerca. Y me lo escupes en las costillas cada vez que puedes, porque sabes que se rompen con facilidad, y pretendes hacerme creer que las tuyas también (...), yo sé que no (bueno, en realidad no lo sé, pero prefiero ignorar al ratón que por las noches me cuenta lo mucho que me extraña tu panza y tus manos perfectas y a las luciérnagas que me muerden el cuello para que te vea cuando me estás viendo y para que acepte tus abrazos aunque me partan la columna y me marmolicen la piel).

lunes, 24 de enero de 2005

Antes.

Cambié para parecerme a ti y olvidé que era yo quien te gustaba. ¿Dónde quedó todo lo que tenía?... Las noches agridulces y los amaneceres sin asiento me dejaron con un tercio de las ideas coherentes, y ahora se devuelven sólo para comprobar que así haya sido; y así fue...