lunes, 29 de diciembre de 2014

38 grados

Y pensar que en un momento fue sólo semitacto.
No puedo parar de imaginarte haciendo el amor con mi fantasma.
Yo al tuyo no le hago el amor, lo beso, lo toco, le acaricio los ojos y los brazos y me duermo con él, lo abrazo, trato de acostarme lo mas cerca posible para sentir su calor a pesar de los 38 grados, que no llegaron a ser 39 para que pudieras prender el aire así que tuvimos que aceptar que lo que ves es lo que hay y que alcanzó para llenar la taza pero no para diluir el té.
Y apagamos la luz, dejamos una nota de agradecimiento y nos fuimos (o volvimos, porque lo familiar fue siempre lo anterior, la zona cómoda...).

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